viernes, 31 de diciembre de 2010

DIOS CON NOSOTROS






¡FELIZ NAVIDAD!

¡FELIZ Y FECUNDO AÑO NUEVO!



Estimado amigo, estimada amiga, a través de este blog, nos hemos relacionado durante este año, y a través de este mismo medio, te deseo hayas vivido una hermosa FIESTA DE NAVIDAD y desearte los mejores augurios para el año nuevo que vamos a iniciar.

Espero que esta Navidad la hayas vivido en el contexto y sentido que esta fiesta cristiana supone. De rodillas y en silencio, para contemplar el MISTERIO de Dios que se hace Frágil, Pequeño, Pobre y Marginal. De un Dios Pequeño, que viene a compartir nuestra estructura humana para humanizarnos y darle dignidad a nuestro ser. De un Dios que se hace EMMANUEL, Dios con nosotros, y apuesta por caminar siempre al lado de su pueblo y de todo aquel que se hace su discípulo.

Te invito a abrir las puertas de tu corazón a Dios Niño, para que El siempre encuentre un lugar de tu ser, en donde establecer su morada y así se haga HUESPED permanente de tu camino de vida.

Anda amigo, amiga, a sentarte a los pies del PESEBRE DE BELEN para abrir los ojos y mirar distinto. Para agudizar el oído y sentir el silencio que te habla. Para tomar en tus manos a Dios Niño y regalarle un hogar, el de tu corazón y tu familia, donde El se sienta realmente en casa.

Amigo, amiga, ¡haz la experiencia de Belén! y tu corazón se regocijará de profunda alegría. Quedarás extasiado y anonadado al contemplar a Dios que habita entre nosotros.

Y haciendo esta experiencia, entonces te sentirás interpelado para salir al encuentro de los demás, como lo hace Dios Niño, y encarnarse, zambullirse con todo en la historia y en el suelo que habitamos, porque nada humano le es ajeno al cristiano después de experimentar al mismo Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros. Salir al encuentro del frágil, del pequeño, y meternos en el barro, en esta tierra, construyendo así una espiritualidad de la inserción en el estilo de la encarnación del mismo Jesús.

Necesitamos hacer la “experiencia de Belén” para llevar el evangelio al corazón de nuestros pueblos. Insertarnos en la cultura para que la BUENA NOTICIA de Jesús adquiera relevancia y sentido de vida para quienes buscan la LUZ para sus vidas.

Que la LUZ DE BELEN te acompañe por siempre. Te lo deseo de corazón.

viernes, 17 de diciembre de 2010

CAMBIO DE PARADIGMA

Una Iglesia que cure, que consuele, que levante.
No una Iglesia que estigmatiza o lejana.
Como la quiere Jesús.

A veces se hace necesario RE-ORIENTAR nuestros pasos.
Ponerlos en dirección a Jesús, Mesías.


“Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven
y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos
oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada
a los pobres”.

Mt. 11, 4-6
Parece que el Mesías que esperaba Juan Bautista, del cual él mismo fue su precursor, no estaba en sintonía con su mentalidad, de ahí que, estando preso en la cárcel, decide enviar a dos de sus discípulos para que le pregunten al mismo Jesús sobre si él es o no el Mesías esperado.

Jesús que no es un teórico, responde con hechos y con la experiencia. OIGAN Y VEAN, les dice. Escuchen a quiénes se les proclama la Buena Noticia y vean quiénes son los destinatarios principales de esta predicación. Y saquen sus conclusiones, sobre el tipo de mesianismo que el mismo Jesús ha venido a traer a este mundo.

Nada de revoluciones violentas. Nada de poder económico o militar. Nada de ostentaciones y acciones exuberantes. Nada de nada, de aquello que algunos imaginaban y que el mismo Juan, quizás, en su fuero interno, también esperaba.

Jesús vino a curar y liberar, no a juzgar ni condenar. Le importa sobre manera levantar, salvar, redimir, proponer un camino nuevo, abrir horizontes, sembrar esperanza, humanizar la vida, poner luz y vida nueva donde no hay mas que oscuridad y muerte. Y esto se refleja en ese lenguaje simbólico, en cuanto que los ciegos ven, los sordos oyen, los paralíticos caminan …., es decir, hay nueva vida en el contacto personal con el Maestro

Esa es nuestra tarea como comunidad de discípulos y creyentes. Porque si alguien nos pregunta si somos seguidores del Mesías Jesús o deben esperar a otros. ¿Qué les diremos? ¿Qué obras les podemos mostrar? ¿Qué “buena noticia” nos pueden escuchar? La comunidad de los discípulos, junto con iniciarnos en la fe y ser un espacio de celebración, tiene que ser un lugar donde hay vida más sana, un lugar del consuelo y la acogida, una casa para quien necesita hogar. Una comunidad curadora, que sana y libera, en el estilo de Jesús.

Frente a esta realidad, Juan Bautista, el más grande de todos, tuvo que revisar y cambiar su imagen de Jesús, el paradigma sobre el cual había construido todo el mesianismo que espera, con cuanta más razón, nosotros debemos ser capaces de cambiar y aprender de Jesús, de lo que él realmente es, de su figura, de su predicación, del sello que le imprimió a su mesianismo, de los destinatarios fundamentales de su predicación y de las expectativas que nos podemos hacer de él.

En suma, ESCUCHAR Y VER de manera distinta, con la luz del Espíritu, para hacer el cambio de paradigma que nos permita hacer más lozana nuestra fe.