domingo, 20 de julio de 2008

SEMBRANDO SEMILLAS BUENAS




"El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró
buena semilla en su campo; pero mientras
todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña
en medio del trigo y se fue".
(Mt. 13, 24-25)
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TRIGO Y CIZAÑA

Jesús fue un verdadero pedagogo. De una manera sencilla, pero profunda a la vez, enseñaba a sus apóstoles y a todos los que le seguían, acerca de las verdades fundamentales que El quería revelar a quienes seguían sus pasos y sus enseñanzas.

Hoy nos habla de lo que acontece en el Reino que El ha venido a inaugurar. Crecen juntas, la buena y mala semilla, el trigo y la cizaña, el bien y el mal. Será en el tiempo de la cosecha, al fin de los tiempos, cuando se apartará el trigo de la cizaña, los que han hecho el bien y los que han hecho el mal. Del conjunto de esta parábola (que te invito a leer íntegramente), quisiera compartir contigo algunas enseñanzas.

PACIENCIA:

Sí, mucha paciencia. Es la que necesitamos para caer en la cuenta que en el mundo hay presencia activa del bien, como también semillas de mal. Basta mirar el mundo para darnos cuenta que existen numerosos focos de cizaña que el Maligno ha sembrado en nuestra realidad. Sólo un dato: después de la IIª Guerra Mundial, ha habido un poco más de 250 conflictos armados que han traído como consecuencia más de 132 millones de muertos. ¿Qué es esto sino la presencia fehaciente del imperio del mal en el mundo?

Pero si la paciencia supone saber convivir con esta realidad (como lo hace Dios en esta parábola), esto no debe confundirse con permisividad, indiferencia o pasivismo. No todo está permitido. No todo nos puede resultar indiferente. No todo es esperar pasivamente. Por algo se nos invita a ser fermento en la masa (como la levadura) y a realizar gestos “pro-Reino” que, aunque pequeños en sus comienzos, (como el grano de mostaza), se terminarán por demostrar potentes y transformadores de nuestro entorno.

TOLERANCIA:

El trigo y la cizaña existen y son expresión de una realidad. No podemos ver la realidad en “blanco y negro”, como diciendo “aquí están los buenos y aquí están los malos”. Estamos inmersos en un mundo plural, por lo que debemos ser capaces de asumir una cultura del diálogo, saber escuchar al que piensa distinto, ser artesanos de paz, evitar todo tipo de maniqueísmo y asumir que el otro también tiene derecho a existir. Actitudes intolerantes, (el jarro de agua que una adolescente le lanzó a la Ministra de Educación es una prueba de ello), en el pasado nos llevaron a la cerrazón, a la estrechez mental y a dividir a nuestra sociedad en bandos irreconciliables. Nadie es puro trigo o pura cizaña, por lo que nadie es tan bueno que no tenga nada de malo y que deba cambiar, como también nadie es tan malo que no tenga nada bueno en su corazón.

TRIGO, NO CIZAÑA:

Claro que sí. Siembra trigo, el bien, en el mundo en el cual te mueves y deja que Dios siga sembrando trigo, buena semilla, en tu corazón. No cizaña, mala semilla, en tu realidad y en tu propio ser. “El ser humano no es una cosa más entre otras cosas; las cosas se determinan unas a las otras; pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser –dentro de los límites de sus facultades y de su entorno- lo tiene que hacer por sí mismo” (Frankl).

Por eso, todos podemos autodeterminarnos (por cierto, a partir de nuestra limitación existencial) y hacer una opción por sembrar buenas semillas a nuestro alrededor y hacer que algo nuevo germine cada día en nosotros.

Démonos esa oportunidad y alejemos de nosotros toda cizaña que quiera vernos estancados en nuestro crecimiento. Más aún: hagamos de nuestra vida una siembra constante de trigo y no de cizaña en el devenir diario de la vida.

Así, el Reino estará germinando cada día con más fuerza.

4 comentarios:

tity dijo...

hola hermano Mario, ¡que buena reflexión!... a veces uno prepara muy bien su tierra para recibir la semilla, la abona semana a semana con la Eucaristia, la comunión, la oración, etc. pero no falta la provocación, los malos tratos, la prepotencia en fin toda esa mala yerba, mala onda que nos hace retroceder... pero mas vale ponerle empeño y tratar de ser una buena semilla. un abrazo. Tity

Anónimo dijo...

CRISTO PREDICABA, EL FUE EL PREDICADOR PERFECTO,MIENTRAS EL PREDICABA SATANAS ESTABA ALLI, PARA ARREBATAR ESAS PALABRAS A FIN DE QUE ESTA NO ECHARA RAIZ EN EL CORAZON DE QUIENES LA OYERAN.
LA IGLESIA DE JESUCRISTO SE ENCUENTRA INVALIDA DE MALES NEGARLO SERIA SUICIDA,BASTA CON RECORRER NUESTRAS VIDAS Y DARNOS CUENTA DE LOS QUE DENUNCIAN LA EXISTENCIA DE LOS MISMOS. SABEMOS QUE EL QUE SEMBRO LA CIZAÑA ENTRE EL TRIGO FUE SATANAS, EN EL APOCALIPSIS 20,2-3 NOS HABLA QUE ESTE ENMIGO FUE APRICIONADO, PERO MILES DE AÑOS MAS TARDE SERIA LIBERADO,POR CONSIGUIENTE JESUS NOS ENSEÑA LECCIONES DE TREMENDA IMPORTANCIA PARA LOS CREYENTES DE TODAS LAS EPOCAS COMO EN EL CASO DE LA PARABOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA,SIN EMBARGO CREO QUE EN ESTA EPOCA ES CUANDO MAS NECESITAMOS ENTENDERLAS CABALMENTE, SI ES QUE ANHELAMOS CRECER EN EL CONOCIMIENTO DE JESUCRISTO.CON LA BIBLIA EN LA MANO Y EN EL CORAZON, ANALICEMOS SIN FANATISMOS DENOMINACIONALES NI IDEAS PRECONCEBIDAS ESTA ENSEÑANZA DENUESTRO AMADO SEÑOR DE LAS MIES.DEJEMOS QUE EL ESPIRITU SANTO NOS GUIE A ENTENDER SU PALABRA, Y PONERLA DE INMEDIATO EN PRACTICA, NO DEJEMOS QUE LA CIZAÑA AUMENTE YA QUE ES EL PRINCIPAL ENEMIGO DE NUESTRA IGLESIA.
"TENGAMOS FE, QUE LA FE ES POR OIR, Y EL OIR POR LA PALABRA DE DIOS.BELLA PAZ.

Unknown dijo...

La verdad es una reflexión muy difícil y fuerte, creo que a todos nos debe dejar muy pensativos y con un signo de interrogación preguntandonos ¿que debemos hacer? ¿como ser mejores de aqui en adelante?. Como sabemos, el bién y el mal caminan de la mano, y son dificiles de separar, tal como dice el texto biblico: Mt13, 24-43: "Cuando los peones fueron y le dijeron "Señor, no habías sembrado buena semilla en tu campo?¿como es que ahora hay cizaña en él?. Los peones replicaron: "¿Quieres que vayamos arrancar la cizaña?" "No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña corre también el peligro arrancar el trigo."
Es una reflexión que nos ayuda muchísimo a pensar en un cambio muy urgente, nunca es tarde ante los ojos de Dios dejar de lado todas las cosas que nos atan para seguirlo a Ël y no al Mal. En la misa del Domingo el sacerdote dijo: "Dios siempre nos da una oportunidad para hacer el bien." Creo que es esa mi esperanza y mi gran fé, que uno puede seguir sembrando, ya que en algún lugar puede brotar una semillita y dar buenos frutos.
Padre Mario, le respondo en este blogs con mucho cariño, respeto, y temor a Dios, porque es eso lo que siento con este texto biblico y me deja mucho que pensar y corregir en mi vida. Gracias.

María Ruth

Anónimo dijo...

Hola Padre Mario,
Sí.....esta parábola siempre me deja meditando. Yo creo que en cada uno de nosotros hay tanto trigo sembrado por Dios como cizaña sembrado por el mal. Reconociendo este hecho, uno debería esforzarse para reconocer el trigo en cada uno de las personas que uno conoce. El mal siempre va a existir en esta vida, forma parte de nosotros aunque no queramos.
El trigo y la cizaña compiten dentro de nosotros por espacio, nutrientes y nosotros determinamos en gran medida cual de los dos predomina en nuestro corazón. Sin embargo, nuestros campos están sujetos a influencias exteriores. Cada uno de nosotros puede influir en el campo vecino. Creo que el punto final de la parábola es que no somos nosotros quienes debemos juzgar y "eliminar la cizaña", porque no somos los dueños del campo (Sólo El puede limpiar sin hacer daño colateral). Pero sí nos corresponde preocuparnos de que esté creciendo trigo en los campos de nuestro entorno. Se podría decir que somos una especie de "tierra viva". El amor es lo que debe entregar el hombre a los demás. El amor hace brotar flores silvestres en el desierto.
Kirsty