ROSTROS
Muchos rostros ocupan mi mente, mis energías, mi corazón.
Con todos ellos he caminado en estos años, todos ellos se han configurado conmigo y han enriquecido mi vida.
Rostros míos, corazones abiertos, vengan a mí cada día.
No se vayan todavía.
Cada uno de ustedes me habla de Dios.
Todos juntos, son el rostro de Cristo.
Rostros míos, quédense en mi casa.
Les invito a jugar y a gozar.
Amén.
Muchos rostros ocupan mi mente, mis energías, mi corazón.
Con todos ellos he caminado en estos años, todos ellos se han configurado conmigo y han enriquecido mi vida.
Rostros míos, corazones abiertos, vengan a mí cada día.
No se vayan todavía.
Cada uno de ustedes me habla de Dios.
Todos juntos, son el rostro de Cristo.
Rostros míos, quédense en mi casa.
Les invito a jugar y a gozar.
Amén.
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